InfodemiaMx

claves para identificar a un trol piraña en twitter

mayo 9, 2022

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Las Trampas del Algoritmo, por Jenaro Villamil.

Son mejor conocidos como troles, en plural, o trol, en singular, que encarnan una práctica tan extendida en el mundo tuitero, trolear, que ya pasó a la conversación y a las prácticas de algunas generaciones digitalizadas, cada vez más imposibilitadas para sostener debates sin ataques.

El trol es un usuario con clara identidad o de identidad desconocida que se dedica a publicar mensajes provocadores, irreverentes o irrelevantes con la principal intención de molestar, provocar o desviar la discusión pública. Busca generar una respuesta emocional, generalmente de odio o rabia, contra aquellos que son troleados.

El menú de estrategias de los troles es tan infinito como el algoritmo y como las posibilidades de intoxicar una conversación o la comunicación en redes sociales como Twitter.

No todos los bots son troles, pero cada vez es más común que las estrategias masivas de troleo se realicen a través de cuentas robotizadas, capaces de “inflar” un hashtag negativo, convertirlo en Trending Topic o lograr que alguna figura pública con influencia y popularidad en la plataforma pueda responderles para “viralizarse”.

El troleo, que durante los primeros años de Twitter, era todo un arte, una práctica digital aceptada como necesaria, se transformó en un insumo para generar infodemia, es decir, para imponer mentiras, engaños o percepciones falsas sobre determinados fenómenos.

Las pirañas -peces voraces carnívoros- transmutaron digitalmente a los troles porque actúan contra cualquier usuario o identidad de manera masiva, voraz y carroñera. 

El objetivo ya no es sólo molestar o desviar la conversación sino generar oleadas de odio por elementos de la circunferencia y no de la esencia de la argumentación: edad, sexo, color de piel, opción sexual, profesión, afiliación ideológica o partidista, profesión o la simple repetición de una infamia o difamación se conviertene en el menú principal de las pirañas tuiteras.

Las pirañas, a diferencia de los troles tradicionales, no aceptan la diversidad y menos la pluralidad de opiniones, aunque finjan o utilicen estos valores como máscaras para encubrir su clara necesidad de acabar con los diferentes. En Twitter muerden el punto de vista que desean atacar porque así han captado que el algoritmo los beneficia.

Las pirañas no son bots. Son becarios, trabajadores precarios o community managers que se contratan como “granjas” ya no para hacer crecer una cuenta o la popularidad de alguien sino para coordinarse en ataques. Ya no repiten la misma frase -que permite identificarlos en el algoritmo tuitero-, sino repiten el mismo tópico o la misma infamia que buscan generalizar.

Lo acabamos de ver durante toda la pandemia del COVID19 donde intentaron -y casi lo logran- debilitar el consenso de los ciudadanos frente a la estrategia del Estado mexicano para enfrentar este desafío global más importante en los úlitmos años.

Lo viviremos con mayor intensidad en la medida que la sucesión presidencial se acerque en el imaginario de los equipos políticos y económicos detrás de aspirantes de todo signo partidista.

Las pirañas para atacar usan las hipérboles. “El país peor que nunca”, “López Obrador, el peor presidente”, “el gobierno más criminal”, y así como éstas miles de afirmaciones donde no se trata de sustentar o argumentar sino descalificar todo un proceso de cambio.

¿Qué hacer si los identificamos?

  • En primer lugar, observarlos, estudiarlos y no contestarles.
  • En segundo lugar, denunciar ante Twitter a aquellas cuentas que lanzan mensajes de odio.
  • En tercer lugar, evitar repetir o escalar sus ataques. Eso es lo que buscan. Para que el algoritmo los coloque en una situación privilegiada.
  • En cuarto lugar, entender que no son personas y menos ciudadanos los que en su gran mayoría ejercen este tipo de trol piraña. Son negocios. Cortémosles el privilegio de ser viralizados.