El fin de semana las redes sociales fueron el escenario de una campaña de odio orquestada en contra de Jesús Ernesto, el hijo menor del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los ataques iniciaron el pasado 25 de junio con el hashtag #Rotoflan, con el que Twitter se llenó de mensajes de odio, con calificativos luego de que el joven de 15 años apareciera en un juego de beisbol junto al presidente. Incluso se creó una cuenta falsa que simulaba ser la del medio digital sin embargo, desde la cual atacaron a Jesús Ernesto. 

En respuesta surgió el hashtag #ConLosNiñosNo, al que se sumaron para condenar el ataque la presidente del Senado Olga Sánchez Cordero, la gobernadora de Campeche Layda Sansores, la secretaria de Cultura Alejandra Fraustro, el Titular de la Agencia Nacional de Aduanas, Horacio Duarte, el Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, el canciller Marcelo Ebrard, el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar y la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. 

Luego de condenar la campaña de odio en contra de Jesús Ernesto, algunas cuentas quisieron justificar el ataque en contra de un menor de edad asegurando que en el pasado también se había atacado con la misma virulencia a los hijos de los expresidentes. Sin embargo, en el pasado cuando se criticó a los hijos de Enrique Peña Nieto, Vicente Fox o Ernesto Zedillo fue tras revelarse el uso de presupuesto público con fines personales, como viajes y empresas.

Desde Guerrero, el presidente López Obrador salió en defensa de su hijo el pasado 26 de junio, calificó como una cobardía los ataques en contra de Jesús Ernesto y reiteró que el problema de la oposición es con él, no con su familia.