Las Trampas del Algoritmo

Ómicron y Fake News, la Mayor Velocidad de la Infodemia

Jenaro Villamil

Antes que se confirmara la nueva variante del Covid19 detectada y estudiada en Sudáfrica a finales de noviembre de 2021, las plataformas digitales, las redes sociales y varios influencers antivacunas ya habían tomado la delantera ante el vacío de información sobre Ómicron. Y sus opiniones aceleraron el algoritmo con una velocidad inusitada.

Las noticias falsas volvieron a fabricarse, a difundirse y a propagarse con una alta viralidad, soló similar a la misma rapidez de transmisión de Ómicron, a partir de puntos de vista tan delirantes como que esta nueva variante fue creada para frenar la venta de la ivermectina, medicamento antiparásitos que se transformó en “causa” de los movimientos antivacunas porque argumentan que es más eficaz que los antígenos aplicados en buena parte del planeta.

También reapareció una noticia con diapositivas falsas, atribuídas a la OMS, argumentando que existía un supuesto “cronograma” de liberación de futuras nuevas variantes de coronavirus. Esta nota, desmentida desde julio de 2021, resurgió a finales de noviembre de 2021, y se popularizó tanto como la broma de una supuesta película de Hollywood que anticipó desde 1963 la aparición de un virus llamado Ómicron. La “Variante Ómicron”, como titularon al cartel fue posteado 300 veces en Facebook y retuiteado 1,700 veces el mismo día de su aparición.

Los delirios tan difundidos en plataformas de mensajería, llevaron a detectar una cuenta en Telegram, con más de un millón de seguidores, que divulgaron versiones tan delirantes como aquella de que el Ómicron fue una variante creada como “efecto secundario” de las vacunas.

Hay de todo en este cocktail de militancia antivacunas, reforzada, además, por el evidente y multimillonario negocio privado que están resultando las vacunas para los grandes corporativos farmacéuticos: desde conductores de televisión, hasta estrellas del pop, celebridades del tenis, legisladores republicanos en Estados Unidos o dirigentes sindicales y de movimientos sociales en Europa.

Ya no se tiene la “referencia infodémica” de los famosos tuits de Donald Trump, expulsado de las grandes plataformas de redes sociales, pero han surgido nuevos, variantes y más creativos voceros o propagadores de una serie de fake news.

He aquí algunos ejemplos de algunas de las voces más famosas de la infodemia que los algoritmos vuelven a colocar como las opiniones más difundidas:

-La representante republicana de Georgia, Marjorie Taylor Greene afirmó que una de las tasas más bajas del Covid19 en Africa se debió al uso de la ivermectina en este continente. Taylor sugirió que la variante Ómicron puede ser parte de una conspiración para desacreditar el antiparasitario. “No me extrañaría que los tiranos anuncien la aparición de una nueva variante de Covid de Africa y apliquen restricciones a los viajes”, posteó el 27 de noviembre en su cuenta de Twitter.

-En noviembre de 2021 volvió a cirular por redes sociales, especialmente en Twitter una captura de pantalla de un calendario supuestamente secreto de aparición de variantes como Omicron. Un usuario afirmó “ellos han adelantado su plan, en realidad estaba previsto para mayo de 2022…qué farsa. Decenas más opinaron de manera similar: “Ómicron estaba agendada, todo está planeado”. (Consultar en www.dw.com.)

La OMS volvió a deslindarse diciendo que éste “no es un documento” del organismo responsable de salud  de Naciones Unidas. La Universidad Johns Hopkins fue más tajante: “Estas afirmaciones ya han sido tachadas de claramente falsas y la Universidad no tiene nada que ver con la difusión de esta información”.

-Una cuenta de Twitter, creada en España, llamada @papayaykware, con 4,467 seguidores se dedica desde mayo de 2020 a difundir todo tipo de teorías negacionistas sobre el Covid19, en contra de las vacunas, seguida, a su vez, por otras 410 cuentas divididas en tres grandes subgrupos: cuentas vinculadas al movimiento Qanon, a los simpatizantes de Donald Trump; cuentas de periodistas y políticos españoles, varios de ellos cercanos al movimiento de ultraderecha Vox.

Las “fuentes” infodémicas de esta cuenta son canales conspiracionistas que se han disparado en Telegram; grupos de Facebook para “gente despierta”, la revista española DiscoverySalud, que sostiene la inexistencia del Covid19, según la investigación realizada por VerificaRTVE (www.rtve.es.).

-En México comenzaron a circular en redes sociales abiertas desde mediados de diciembre de 2021 todo tipo de rumores y falsedades sobre esta variante: que los puentes internacionales cerrarían por aumento de los casos del Covid19; que la eficacia de  las vacunas Pfizer y Moderna expiraba a los 3 meses; que el gobierno federal ya no va a comprar vacunas de Pfizer y de Astrazenca porque expiraron los contratos; que existe una nueva llamada flurona, lo cual es falso, porque se trata de una infección asoaciada la gripe que ya se había observado en España desde el inicio de la pandemia;  y decenas de noticias falsas sobre saturación de hospitales en entidades como Veracruz, variantes de Omicron aún no detectadas en Guerrero y otros estados (ver www.infodemia.mx.).

El tema parece ser tan desafiante como desgastante. La rapidez de las noticias falsas surgen de tres realidades:

a) El vacío de información, propio de una variante en estudio, ralentiza las versiones oficiales de las entidades médicas y científicas autorizadas. En este vacío ganan siempre las teorías de conspiración, fáciles de difundir y de explicar a millones de seres humanos que están agotados de una pandemia que pensamos duraría menos de un año.

b) La explotación del miedo, la ignorancia o el odio, que prolifera en nuevos grupos políticos, casi todos vinculados a la ultraderecha, que buscan capitalizar electoralmente las crisis en los gobiernos nacionales provocado por el Covid19.

c) A mayor porcentaje de población vacunada, más irascibles se han vuelto los grupos anti-vacunas, al grado de caer en un delirio continuo. Estos grupos y sus principales voceros hacen uso de la información engañosa de manera magistral: utilizan algunos datos verídicos sobre el enorme negocio farmacéutico para llegar a conclusiones falsas o peligrosas, como defender “el derecho humano” a no ser vacunados.

d) El atractivo real y el mayor tráfico que generan los rumores, las mentiras, exageraciones y bromas que se resurgen en las redes sociales.

Ojalá y esta nueva trampa del algoritmo que gobierna las reglas de nuestra interacción en el mundo digital sea igual de rápido y menos agresivo que la variante Omicron. De alguna manera, la Infodemia también ha agotado su credibilidad en relación con el Covid19.